viernes, 8 de octubre de 2010

Ixión

Ixión fue un rey de Tesalia hijo de Flegias. Cuando Ixión quiso casarse con la hija de Deyoneo le prometió al padre que le haría un gran regalo. Dicho regalo no llego nunca y Deyoneo como vengaza le robó las yeguas. Ixión, enfadado con el padre de su esposa, lo invito a una supuesta fiesta y lo arrojó en hoyo lleno de carbones ardientes. Esto enfureció a todo el mundo ya que iba en contra de qualquier ley de hospitalidad. 
Ixión estuvo obligado a vivir escondido de los otros reyes por el asesinato de Deyoneo. Un día le pidió a Zeus que los dioses le perdonaran y así volver a hacer vida normal. Para ello, Zeus lo inivtó a comer con los demás dioses. Durante la comida el rey asesino intentó seducir a Hera, la mujer de Zeus. Ésta se lo dijo a su marido. El castigo al rey fue simplemente desterrarlo puesto que al haber bebido el néctar de los dioses moriría pronto. Antes de morir, en la Tierra, fardó de haber seducido a la mismísima Hera. Eso provocó que Zeus lo matara con un rayo y fuera condenado eternamente en el Tártaro, el lugar más horrendo de los Infiernos, a estar atado a una rueda que no paraba nunca de rodar. 




Ejemplo
Yo te protesto, Amor, por la penosa
historia de la vida, que prosigo
que la vitoria alcanzas atrentosa [...]
Bien sé qu'en vano me lamento y muero
por ablandar esa cruel dureza,
que sin provecho mitigar espero.
Cuál revuelve la rueda con presteza
a Ixión que se huye y va siguiendo
tal me revuelve y tuerce tu fiereza.
Y cual el triste Sisifo subiendo
va el gran peñasco alzado a l'alta cumbre
siempre va descanso alguno no admitiendo
tal de mi alán la grave pesadumebre
llevando lejos voy, do ausente veo, 
triste, sin alcanzar mi pura Lumbre.

Fernando de Herrera

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